El debate ha arranado de una tesis: las matemáticas dan miedo a gran parte de la población, a partir de la cual cada uno ha expuesto las razones y las posibles soluciones. Esa mala reputación de esta ciencia ya surge desde edades muy tempranas, ha plantado Clara Grima: «Sin saber lo que son las matemáticas, cuando le preguntas a un niño por ellas ya dice que no le gustan. Eso es porque se habla mal de ellas», ha criticado al tiempo que ha defendido que si se rompe la barrera inicial es más fácil la reacción que se encuentran los divulgadores siempre es positiva: «Cuando se las explicas con juegos o anécdotas, la reacción de todo el mundo es positiva, lo que me lleva a la conclusión de que a la gente le gustan las matemáticas pero les tiene miedo», ha dicho. Grima ha lanzado una llamada de atención sobre la necesidad de que quienes imparten esta materia en los colegios e institutos sean auténticos apasionados. «Pero no encontramos con que los mejores se los están llevando las empresas de big data, que pagan mejor, y nos estamos quedando sin profesores vocacionales», ha alertado. Por su parte, el profesor de la Universidad de Valladolid, Alfonso Jesús Población, ha discrepado sobre el origen de ese miedo a las matemáticas, que él sitúa en el bachillerato no en etapas anteriores, porque se explican las reglas pero no cómo usarlas. Y ha puesto un ejemplo muy práctico con el parchís: «Si te cuentan las reglas del pachís, eso de que si comes una cuentas 20 o necesitas un cinco para salir… pero no juegas, pues eso te aburre», ha razonado. En todo caso, ha destacado también que cada vez hay una mayor conciencia de la necesidad de divulgar entre el profesorado. El divulgador y matemático Santiago García Cremades ha utilizado otra metáfora para fijar el problema de la correcta enseñanza de las matemáticas. «Se construye de forma vertical con verdades absolutas y cuando alguien se bloquea en una planta, no sigue. Es como un edificio que se queda en el esqueleto pero no tiene fachada ni tejado», ha descrito. De ahí que su solución pase por la empatía. La astrofísica Inés Rodríguez Hidalgo ha realizado las labores de moderación y ha planteado que las mejores recetas contra ese miedo a las matemáticas son «la empatía, el humor y la pasión» y a la hora de encontrarse con alguien que recela de los números la mejor opción que puede tener un divulgador es solidarizarse con él y tratar de hacérselas entender con esas tres herramientas. Además, al público que ha asistido al Teatro Zorrilla les ha anunciado la próxima apertura de una sala dedicada a las matemáticas en el Museo de la Ciencia de Valladolid, que ella dirige, bajo el mismo nombre de la mesa redonda ‘Malditas matemáticas… ¿o no?’.]]>