El escritor ha explicado que el mundo del arte y de la cultura tiene que ver con el concepto de fragilidad porque tiene que ver con la vida, «siempre es vulnerable y amenazada»
El escritor Gustavo Martín Garzo ha explicado que el título de su pregón ‘Elogio de la fragilidad’ corresponde con el de su último libro, recientemente publicado, porque la fragilidad está en todo. «En el fondo está en la celebración de la vida y la belleza», aspectos en los que basará su pregón. «Cuanto más bello nos parece algo más tenemos el temor de que pueda sufrir y eso provoca el deseo de cuidar y proteger».
En rueda de prensa pocas horas antes de dar comienzo a su pregón, el escritor ha confesado que al principio no sabía cómo enfocarlo. «Inicialmente pensé en hablar sobre lo que estábamos viviendo, pero luego creí que lo mejor era darle un giro para recordar mi papel de narrador con el deseo de aportar al que le escucha muchas cosas, como belleza, consuelo, verdad y emoción».
Garzo ha hecho un breve recorrido por las palabras de esta noche y ha desvelado que comenzará diciendo que el primer libro de su vida fue la Biblia, para luego hablar de los que más han marcado su existencia. En él también va a citar a poetas, ya que, ha comentado, la poesía siempre le ha «fascinado». «Mis primeros pasos por la literatura los di en la poesía. Quizá el llamarme Gustavo Adolfo condicionó mi vida». Como lector mi vida es interesante, me ha enseñado un montón de cosas y a hacerme preguntas. «Los libros y el arte en su conjunto son la vía más directa para comprender y adentrarse en el territorio humano».
En este sentido, ha remarcado que la literatura habla de renunciar al poder, de no querer ser poderoso. «La función del arte no es lo que nos dicen que es. El mundo del arte va muy vinculado al mundo de las preguntas, al no saber, al desconocimiento al anhelo de esperar cosas y ahí aparece el aspecto de la fragilidad». «
Sobre la actualidad ha subrayado que el arte nos ha ayudado a enfrentarnos a la soledad y el encierro «aportándonos ese campo de libertad». En referencia a esta crisis aseguró que con la mascarilla las personas se enfrentan a la pérdida del rostro «que es la pérdida de la humanidad, porque el rostro es lo que define a los seres humanos».
«La imagen de esa gente sin rostro me habla de una comunidad rota. Todo esto nos obligará a preguntarnos si de verdad queremos seguir viviendo como antes de que todo esto pasara, cuando no hemos cuidado lo público y no sabemos dónde va el dinero de nuestros impuestos. Qué pasa con este mundo, donde realmente lo que prima es el valor del dinero», ha reflexionado Garzo.
Además, ha apuntado a la individualidad de cada persona como otro de los grandes males de este momento. «A lo sumo vivimos cada uno en su pequeño mundo y no queremos saber nada de lo que sucede más allá de nuestra casa y de nuestro barrio».
Por este motivo, ha subrayado la importancia del arte porque va unido a una mirada crítica que nos obliga a hacernos preguntas. «El arte en el confinamiento nos ha ayudado a mantener viva nuestra imaginación».
El centenario de Miguel Delibes también será otro de los temas que abordará durante su pregón que terminará con un pequeño cuento «para que la gente se vaya con un buen sabor de boca».
El pregón, que llevará por título ‘Elogio de la fragilidad’ tendrá lugar esta tarde a las 20.00 horas en el Círculo de Recreo. Al finalizar la pianista Irene Alfageme dará un recital.
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