Elísabet Benavet ha llegado a la Feria del Libro de Valladolid dispuesta a acabar con prejuicios. En un país donde supuestamente no se lee, ella ha vendido más de un millón de ejemplares de sus libros; en un país en el que los jóvenes dan la espalda a la literatura, ella ha reunido a un gran número de ellos en el Teatro Zorrilla para hablar de su última obra ‘Fuimos canciones’, la primera parte de la bilogía Canciones y recuerdos. En un encuentro conducido por la periodista de Esradio Beatriz Sanz Benavent ha reflexionado sobre la lectura, los jóvenes y el impacto de la venta online. “Los jóvenes leen pero no les gusta que les impongan las lecturas. El sistema educativo no fomenta la curiosidad, que es el motor de la educación, aunque creo que eso está cambiando porque cada vez más profesores optan por lecturas más abiertas”, ha manifestado al tiempo  que ha contado que en sus firmas de libros se encuentra con muchos jóvenes que leen muchísimo y diferentes géneros, lo cual cree que  es esperanzador. Respecto a su última obra, Fuimos canciones, sobre la que se ha centrado el encuentro, Elísabet Benavent, creadora del personaje Beta Coqueta, ha dicho que trata de romper con los prejuicios ligados a la literatura romántica. “Intento siempre variar y hablar de diferentes tipos de amor. Es una novela romántica pero no es el típico chico conoce a chica, chica conoce a chico y ya está. Trato de hablar de muchos tipos de amor diferentes y de los prejuicios que hay en ellos”. En este aspecto ha considerado que lo importante es no defraudar al público que elige sus libros sin pensar en esos prejuicios, que en su opinión “limitan más que ayudan y hacen que mucha gente no se acerque a unos libros con los que disfrutaría”. Elísabet Benavent pertenece a una generación de escritores que las propias editoriales etiquetan como los autores nacidos en las redes, algo con la que no se siente incómoda en ningún caso. “Yo me autopubliqué cree unas redes sociales alrededor de mi alterego que es Beta Coqueta y es una comunidad, para mí han sido todo para darme la oportunidad de dedicarme a la literatura”. La escritora defiende las redes como una plataforma para generar una experiencia 360 alrededor del libro para apoyarse en imágenes, en una banda sonora y recibir un feedback a tiempo real que genera un vínculo con el lector. “Es la lectura 3.0; toda la gente se ha sumado a esta manera de vivir la literatura”. Una labor que requiere entre tres y cuatro horas diarias de dedicación para tenerlas al día.]]>