Se reconocen como dos futbolistas frustrados. Infancias marcadas por el balón, pero no llegaron a dar el salto profesional. La pasión por el fútbol sigue viva en Galder Reguera y Antonio Agredano y la desarrollan a través de la literatura. Ambos han compartido hoy mesa en la Feria del Libro de Valladolid junto al gerente de la Fundación de la UEMC, Santiago Hidalgo, bajo el título Fútbol e infancia.

“Fui futbolista hasta que dejé de ser niño”, ha expresado escritor y cronista radiofónico cordobés, Antonio Agredano, autor de Prórroga, quien también ha expresado su deseo de poder volver a la niñez “para ser mejor portero”. En su caso, la timidez y las dificultades de relación en el vestuario truncaron su carrera futbolística. “Tengo esa deuda con el futbolista que algún día fui”, ha añadido.

Por su parte, Galder Reguera también ha reflexionado sobre el cambio de percepción del fútbol para un niño y deja de ser un juego para ser “otra cosa menos agradable”. “A mí me dijo hace poco un futbolista que ese momento exacto es cuando la mochila deja de ser más grande que tu espalda”, ha sentenciado el autor de Hijos del fútbol. Como causas, Reguera ha apuntado a la presión de los adultos, en unos casos, los padres y en otros, los entrenadores; que “convierten un juego en algo muy serio” como causas de ese paso.

“Una de las enseñanzas que tienes cuando eres escritor es encontrar tu propia voz y en el fútbol el problema surge cuando en el patio juegan maravillosamente bien y disfrutan pero cuando salen con una camiseta sufren porque está la mirada del adulto cerca”, ha reflexionado Reguera, responsable de actividades de la Fundación Athletic Club.